¿Cómo funciona?
Cada participante asume el papel de un diplomático de un país específico. Antes del debate, ellos investigan a fondo la posición de su país sobre los temas en discusión, así como los intereses nacionales y las políticas exteriores.
Durante las sesiones, los delegados utilizan sus habilidades de negociación para convencer a otros países de apoyar sus propuestas y llegar a un consenso. Los debates buscan encontrar soluciones pacíficas y colaborativas a los desafíos globales, siguiendo las reglas y el protocolo de la ONU, lo que incluye el uso de un lenguaje formal y el respeto por las opiniones de los demás.